Después de una seguidilla de derbys disputados en las últimas semanas, Barcelona dejo muy claro el mensaje de que mandan en España y ¿por qué no? en el mundo. La conclusión que uno sacaba era que el único equipo que podía hacerle frente a estos guerreros que defienden la bandera azulgrana, era el Real Madrid; más que nada por la plantilla que forma el equipo con apellidos como Kaka, Ronaldo, Xavi Alonso, nuestros Di María e Higuaín, Ozil revelación en el mundial 2010 y entre otros mas que probablemente no me alcance el espacio para nombrarlos. Sumada la conducción técnica de Mourinho, quien venía de ganar una Champions con su anterior equipo, el Inter de Milán, y toda la experiencia que arrastra hasta el día de hoy.
Pero no fue así, ni sus estrellas, ni los millones que se gastan en el equipo, ni su flamante técnico, que se dedico a jugar más mediaticamente que en la cancha, lograron siquiera llegarle a la misma altura al “Barça”.
Lo que los “merengues” se llevan de positivo de estos cuatro clásicos es una Copa del Rey que no la ganaba desde 1993, exactamente dieciocho años. Y que el mismo Sergio Ramos se encargaría de estrellarla contra el piso en los festejos. Sin embargo haber perdido la oportunidad de volver a ser parte de una final de la Champions League
En la colorida vereda de enfrente nos encontramos con el Barcelona celebrando volver a disputar una final en el estadio Wembley después de diecinueve años donde se verá la cara con el otro finalista Manchester Utd.
Mientras que por el lado del Madrid se hacían notar las fuertes patadas y jugadores expulsados en cada encuentro, el Barcelona demostraba calidad y buen futbol.
El plantel y sobre todo el once titular del Barça como siempre demostrando superioridad a la hora de cada partido. Uno de los responsables de marcar tanta diferencia fue Lionel Messi que volvió a dejar claro que el mejor jugador del mundo es argentino.
Imagen: http://sergioramos.net/
excelente!!
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