Parece extraño que con 34 años un delantero con la magnitud y trayectoria que acumulaba se decida a colgar los botines. Pero un hipertiroidismo detectado cuatro años atrás se hacía presente por desgracia. “Para controlar ese problema tenía que tomar unas hormonas que en el futbol no están permitidas por dopaje. Es muy duro abandonar algo que me hizo tan feliz, que tanto amé y con lo que podría seguir porque mentalmente estoy preparado, pero tengo que asumir una derrota. He perdido mi cuerpo” decía “R9” angustiado con los ojos cristalinos a punto de piantar lagrimones en conferencia antes del partido homenaje junto a sus dos hijos.
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Ronaldo tuvo tres increíbles oportunidades cara a cara con el arquero, que desperdició a penas hizo su aparición en el campo de juego. Más allá de estas dos atajadas y un tiro afuera, “el gordo” disfruto de estos últimos minutos que al finalizarlos fue ovacionado y aplaudido por todos, incluidos el plantel rumano.
Ante todo el estadio Pacaembú agradeció y recalcó entre llantos a los hinchas que lo apoyaron en todo momento.
Así se retiraba merecidamente uno de los mejores delanteros de la historia del futbol, en la memoria quedaran los títulos ganados, los increíbles goles y la magia que dejaba en su juego en cada partido.
Imagen: http://www.elpais.cr/index.php
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